Un glaciar que resiste ante el cambio climático

Hace apenas 20 años que empezaron a estudiarse los glaciares en Colombia. Hoy los investigadores que los monitorean los visitan cada mes o cada dos meses, según el estado en que se encuentren. Por ejemplo, van cada mes al glaciar Santa Isabel, en plena cordillera Central, que como ya se ha alertado, se estima que desaparecerá por completo en los próximos 10 años.

Desde hace 50 años el área glaciar de Colombia se reduce entre un 3 y 5 % anual, sin embargo, no todos retroceden al mismo ritmo. 

Los niveles de masa de un glaciar no han aumentado ni disminuido desde 2017. Se trata del Ritacuba Blanco (Ritak u’wa, en lengua indígena), ubicado en el pico más alto de la sierra nevada El Cocuy y en el territorio del Resguardo Unido U’wa, entre las regiones Andina y del Orinoco. De los 20 años en los que se han estudiado los glaciares en el país, este solo empezó a ser monitoreado en los últimos 12.

Con el monitoreo se busca comprender las dinámicas de los glaciares para así establecer qué medidas que favorezcan su adaptación al cambio climático deben tomarse. El acercamiento se hace de forma directa e indirecta. El monitoreo directo, que son las visitas de los expertos a estos ambientes, consiste en la medición de la profundidad de la capa del hielo y el estado del borde del glaciar por medio de unas balizas, y la medición de la temperatura con termómetros; el monitoreo indirecto se da a través de las imágenes satelitales que se obtienen de los glaciares.

Lo que los investigadores alertaron es que, debido a su ubicación, cuando las condiciones de la región Andina son de sequía, la humedad de la cuenca del Orinoco alimenta al glaciar y viceversa. Entre febrero y diciembre de 2021, el glaciar acumuló 409 milímetros equivalentes de agua, lo que se transforma en 400 kilos de hielo por cada metro cuadrado de la superficie glaciar. “No sabemos exactamente por qué desde 2017 se mantiene. Pero en 2020 y 2021 hubo una influencia del fenómeno de La Niña en la región Andina”, afirma Ceballos.

El Ideam ha determinado que de los seis glaciares que hay en Colombia, algunos resistirán de aquí a 10 o 15 años, y otros en 40 o 50 años estarán desapareciendo. Ante el panorama de que ese 0,6 % de gases de efecto invernadero que produce Colombia amenaza a los glaciares, los páramos y los bosques del país, una anomalía en el efecto del cambio climático sobre estos ecosistemas, como es el caso del Ritacuba Blanco, puede dar luces sobre diferentes formas de adaptación de los ecosistemas ante la crisis ambiental. Y aunque es una buena noticia identificar la resistencia de este ecosistema, en unas décadas Colombia será un cementerio de glaciares si no se hace nada.

Fuente: EL Espectador

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