Charlie siempre creyó en el diseño de Dios para la familia
Con la voz quebrada, Erika Frantzve no pudo contener las lágrimas al recordar a su esposo, Charlie Kirk, el activista conservador cristiano asesinado días atrás en Estados Unidos. La viuda, de 36 años, rompió el silencio en una transmisión de Turning Point USA, la organización fundada por su esposo, y lo hizo con un discurso íntimo y desafiante.
“Los gritos de esta viuda resonarán en todo el mundo como un grito de guerra”, afirmó, antes de proclamar que su esposo “llevará la gloriosa corona del mártir por toda la eternidad”.
Erika comenzó agradeciendo a las autoridades:
“Mi nombre es Erica Kirk, Charlie Kirk es mi esposo. Primero quiero agradecer a la Policía local, estatal y federal que trabajó incansablemente para capturar al asesino de mi esposo para que pueda ser llevado ante la Justicia. Quiero agradecer a los primeros asistentes que lucharon heroicamente para salvar la vida de Charlie. Y a la Policía que actuó valientemente para asegurarse de que no hubiera otras víctimas en esa terrible tarde”.
Su gratitud se extendió a quienes acompañaron el duelo:
“Quiero agradecer a los millones de personas que han mostrado su amor por Charlie aquí en Phoenix, en toda América y en todo el mundo. Quiero agradecer al querido amigo de mi esposo, el Vicepresidente Vance y su fenomenal esposa Usha por su amor y apoyo. Quiero agradecer al Presidente Trump y a su increíble familia… Señor Presidente, mi esposo lo amaba y él sabía que usted también lo amaba”.
Entre lágrimas evocó la vitalidad que caracterizó a su esposo: “Charlie amaba, amaba la vida, amaba su vida, amaba América, amaba la naturaleza que siempre lo ayudaba a acercarse a Dios”. Y agregó: “Charlie amaba a sus hijos y me amaba a mí con todo su corazón… Todos los días él me preguntaba: “¿Cómo puedo servirte mejor, cómo puedo ser un mejor esposo, cómo puedo ser un mejor padre? (…) Fue el padre perfecto, fue el esposo perfecto. Charlie siempre creyó que el diseño de Dios para el matrimonio en la familia (…) Uno de sus versículos favoritos era Efesios 5:25: ‘Maridos, amen a sus esposas, así como Cristo amó a la Iglesia y se entregó a sí mismo por ella’”, resaltó.
Erika recordó, además, los sueños políticos que su esposo guardaba en privado:
“Charlie siempre dijo que si alguna vez se postulaba para un cargo su máxima prioridad sería revivir la familia estadounidense. Esa era su prioridad”.
El mensaje se tornó más desafiante al referirse a los responsables del asesinato:
“Los infames responsables del asesinato de mi esposo no tienen idea de lo que han hecho. Si pensaban que la misión de mi esposo era poderosa antes, no tienen idea del fuego que han encendido dentro de esta esposa”, afirmó.
Con determinación, la viuda prometió que el legado de Charlie no se apagará:
“Nadie olvidará jamás el nombre de mi esposo. Me aseguraré de ello. Se volverá más fuerte, más audaz, más ruidoso y más grande que nunca”.
Erika cerró su intervención con un llamado fundamentado en el pasaje bíblico de Efesios 6:12: “Nuestra batalla no es simplemente política, sobre todo es espiritual. La guerra espiritual es palpable.
Y concluyó declarando: “Nadie es demasiado joven para conocer el evangelio y nadie es demasiado viejo tampoco, no hay límite de edad”.
